jueves, 3 de julio de 2014

Empiezo a darme cuenta ...

Hacía unos días que no escribo en este sitio, he estado con algunos contratiempos relacionados con la búsqueda de un empleo.

Actualmente ya no se contrata, se vende. Es decir, tú tienes unos conocimientos únicos, experiencias únicas y algo que te distingue de los demás y eso lo ofreces al mejor postor.

Eso es algo correcto y ha estado siempre ahí, el comercio de productos y servicios.

Actualmente, estoy viendo que solo triunfan los que se conocen a si mismos, los que tienen un sueño desde siempre, los que lo han perseguido y llegan al final.

A los que nos han enseñado a renunciar a nuestros sueños, a no tenerlos, estamos condenados a desaparecer o a cumplir los sueños de otros, nunca a tener los sueños propios.

En este artículo quiero reflexionar de dónde provienen nuestros sueños, qué es un sueño y qué podríamos hacer para que los que como yo, hemos renunciado a nuestros sueños y solo sabemos cumplir órdenes y obedecer ...

Hay que apoyar a los hijos en todo, es decir, si ellos tienen un sueño y tienen las habilidades para llevar a cabo ese sueño, pues potenciarlo para que esos niños se conviertan en hombres exitosos el día de mañana.

Actualmente estoy en la perspectiva de un hombre que ha perdido su rumbo, que no conoce sus sueños, que no sabe lo que realmente quiere, por eso no pone sus cinco sentidos en ello.

Un hombre así es como si estuviera en un bosque oscuro, con nieve, huracanes y vientos, se encuentra solo y no sabe como actuar, solo le queda rezar, tratar de resguardarse y esperar que amanezca, pero eso no es vida señores, eso es una supervivencia. Un perro al menos tiene amo y si no lo tiene es un perro callejero que se sabe buscar la vida para comer, beber y no tiene amor, pues no tiene dueño, no le importa nada, pues no ama a nadie, ni siquiera a si mismo.

Ahora este parado, este perro, se está intentando preparar, buscar algo que le guste y poder poner en ello sus uñas y dientes para no morir en el intento y que otros perros intenten quitarle la comida, bebida, descanso, etc.

Si encuentra otros perros para poder tener compañía o un amo que le proporcione lo necesario y le eduque, pues también.

Básicamente, nuestra vida se ha convertido en una vida de perros callejeros, nunca mejor dicho.

Excelente ejemplo de lo que nos estamos convirtiendo, sin dueño, la clase baja se muerde, se araña, se pega y golpea, mientras el amo se queda con el botín. ¿Qué haremos nosotros los perros para que el amo no se coma nuestra comida?
Hay que conocerse a si mismo, saber las habilidades de uno, y si no las sabes, pues a aprender!

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