jueves, 10 de julio de 2014

No dejes que nadie trunque tus sueños

De nuevo una entrada más en mi blog, el tema de hoy son los sueños, los sueños que teníamos, que tenemos y que queremos tener.

A veces nos suele ocurrir que renunciamos a los sueños que tenemos, ¿A qué se debe? Todos lo sabemos. Renunciamos a nuestros sueños porque en el fondo no eran sueños reales y porque no ponemos los medios necesarios para conseguirlos. En otras ocasiones, es porque a veces los obstáculos que tenemos son demasiado grandes para nosotros (Nosotros nos ponemos la limitación),
es decir, si te dices que eres anti-social, serás anti-social, con lo que tendrás que cargar con los pros y contras de todo ello, si te dices que eres positivo, pero fallas a lo que significa ese adjetivo, (mi caso), entonces no serás positivo, serás negativo, te la pasarás quejando y llorando por las esquinas sobre tu situación.

Se dice que el cerebro humano distingue entre ilusión y realidad gracias a la corteza prefrontal medial y a la cingulada posterior, estas son las zonas responsables de conocer si algo es real o es ficción, 
 La corteza prefrontal medial es la que rije el alerta y dirige su atención hacia un objeto, idea, pensamiento etc.  Y el giro cingulado. Esta sección actúa como conducto entre ambos hemisferios y permite suscitar una emoción ante los estímulos que recibe el cerebro.

Nosotros, como seres sociales, vivimos en sociedad y en relativa libertad, pues nuestra libertad acaba donde empieza la del prójimo. Pero qué ocurre si el prójimo que tienes intenta violar tu libertad? Todos tenemos unos derechos fundamentales y absolutos, no relativos, si tu prójimo, con el que tienes una relación intenta violar tu libertad para aprovecharse de ti, eso no es simbiosis, si no que es un parasitismo. Entonces ese prójimo al que querías se torna un enemigo, pues ha intentado entrar en lo más íntimo de tu libertad, y tú tienes la guardia baja, pues crees que es tu amigo, tu prójimo, el que no te va a clavar un puñal o daga por la espalda, ya que es tu prójimo.

Hay dos opciones como siempre suele suceder en esta vida:

  • Huyes de él y le dejas con su dolor, con el odio y con todo lo que tiene
  • O por el contrario, tratas de conocerle, entenderle, te pones en su lugar y te pones a servirle.
Ambas opciones son buenas, pero llevan a dos caminos diferentes, la primera te lleva a huir, a quitarte de los problemas, es la solución más fácil y bastante eficaz, pues sigues el proceso de "Haz el bien, evita el mal", es un camino fácil, pero te lleva a centrarte en lo tuyo y no hacer caso de las necesidades de los demás, si además ocurre que el prójimo es dependiente de ti, (un niño, un anciano, un deficiente mental, un minusválido), esa actitud hace que te tiendas a aislar y a no empalizar con nadie, y a la larga te deja solo.

Por otro lado, se encuentra la vía que a mi opinión es más difícil, pues implica hacer sacrificios en función del ego de la otra persona. Si la persona a la que vas a conocer tiene el ego muy hinchado, más tiempo debes perder en darle gusto, en quererla y comprenderla, con lo que habrás perdido tus sueños cuando la persona desaparezca de tus vidas (Muerte de l prójimo, separación o simplemente, nunca es demasiado para la persona con la que tienes el vínculo, siempre le parecerá mal lo que hagas, entorpeciendo el vínculo que tienes con esa persona y reduciéndose a la primera opción. Para que esta opción sea correcta, sobre todo hay que estar lleno de paciencia y de espíritu de sacrificio, saber que durante el tiempo de relación con ese tipo de persona, tus sueños desaparecerán, pues tienes que enfocar tu energía para quererla y amarla. Personalmente, yo no puedo aceptar esta segunda opción, pues implica que debo perder mi tiempo valioso en algo que me es parásito y en el colegio me enseñaron que hay que tener cierta higiene y evitar a los parásitos.


Verdaderamente, el principio de por qué fracasamos en nuestros sueños se basa en que no nos conocemos bien, nos hacemos una idea errónea de nosotros mismos, cumplir nuestros sueños, sí, pero saber qué sueños son, evaluar nuestras potencialidades y nuestras carencias también y ver qué podemos hacer hasta conseguirlo, teniendo en cuenta que somos seres sociales y no podemos ir pisoteando los derechos de los demás.

Os pido que comentéis este artículo, espero que os haya hecho reflexionar y poder haber aportado algo de este pensamiento desde el fondo de la pirámide.



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